PÁRKINSON - 1 de febrero de 2024
Personas con enfermedad de Parkinson tienen una clara tendencia a la pérdida de peso y a la malnutrición, tal como lo indica este estudio, el cual menciona lo siguiente: “Los movimientos involuntarios asociados a la enfermedad de Parkinson provocan un mayor gasto energético, mientras que tanto los síntomas de la enfermedad como los efectos secundarios de la medicación pueden limitar la ingesta de alimentos. Además, los pacientes con la enfermedad pueden optar por seguir terapias nutricionales no convencionales que agravan la desnutrición.”
Dicho esto, es algo que deberemos tener en cuenta para poder prevenirlo o tratarlo lo antes posible con diferentes herramientas. Lo primero que debemos revisar es la hidratación y cubrir esas necesidades hídricas en primera instancia ya sea a través de agua, infusiones, caldos (a mayor cantidad de colágeno, mejor) o agua saborizada, entre otros. En segundo lugar, evaluar el estado nutricional y empezar a cubrir macro y micronutrientes. Valorar la suplementación si fuera necesaria en caso de que los requerimientos sean elevados ya que la cantidad de micronutrientes en los alimentos cada vez es menor tal como se menciona en este informe. Habrá que buscar un suplemento de calidad.
Dentro del tratamiento dietético-nutricional, las 5 pautas prioritarias serían las siguientes:
Recomendamos ir realizando estos cambios principales para que la persona vaya recuperando su estado nutricional. No esperemos a ver que los nutrientes en analítica de sangre salgan bajos, debemos actuar antes, ya que los síntomas de malnutrición nos van a alertar y nos servirán para ponernos manos a la obra.
Redactado por:
Mireia Elías Fernández
Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.